«Vapear no es fumar», afirman adeptos y apuntan a regulación adecuada de la práctica

Desde la Asociación de Vapeadores del Paraguay (ASOVAPE) aseguran que fumar y vapear son prácticas muy distintas y tienen diferentes efectos en la salud. Buscan destacar las bondades de los vaporizadores.

La regulación adecuada para el uso y la comercialización de vaporizadores y productos afines es lo que movió a la creación de la Asociación de Vapeadores Paraguay (ASOVAPE) ya que consideran que la equiparación del tabaco con los vaporizadores es “preocupante” ya que este dispositivo es utilizado en numerosos países para dejar de fumar, al ser considerado un 95% más seguro según estudios científicos del Departamento de Salud Pública del Reino Unido.

Actualmente se encuentra en estudio en la Cámara de Senadores el proyecto que modifica la Ley 5538/15, que regula las actividades relacionadas al tabaco y establece medidas sanitarias de protección a la población. El proyecto homologa la acción de vapear con la de fumar, cuando son dos prácticas muy diferentes, afirmó Karim Esgaib, presidente de la asociación en conferencia de prensa.

Además, amplia el espectro de la ley vigente, especialmente en lo relacionado con la venta, uso y consumo de tabaco y sus derivados, como esencias aromatizadas de uso en cigarrillos electrónicos, vapeadores o similares.

“El proyecto de ley, que ya tiene media sanción en Diputados, es totalmente inaplicable en Paraguay. No tiene en cuenta la realidad nacional y lo único que va a favorecer es al crecimiento de la industria informal”, señaló Esgaib y agregó que la ley lo que debe permitir es el incentivo de la comercialización de productos seguros y debidamente certificados.

Los integrantes de la asociación apuntan a destacar las ventajas de reducción de riesgo que trae la vaporización y que no se debe equiparar el marco regulatorio del vaporizador con el de los cigarrillos convencionales porque son productos diferentes con efectos distintos en al salud.

Señalaron que la Unión Europea, Reino Unido, Suiza, Nueva Zelanda, Canadá, Japón y Corea del Sur, entre otros, ya cuentan con regulaciones que permiten la comercialización de vaporizadores, y en muchos ya fueron incluidos en sus políticas de salud pública como una efectiva herramienta en la lucha contra el tabaquismo.
Fuente: HOY